Presentamos algunos hábitos que pueden desarrollar a lo largo del día y pueden brindar grandes resultados.

1. Está bien pedir ayuda

Un buen líder puede tener la habilidad para poder hacer de todo un poco, pero a largo plazo puede presentar una serie de conflictos. Lo importante es saber delegar las actividades al equipo de trabajo que forma parte de la empresa, quizás en algún momento necesites el apoyo de tu equipo de trabajo y ellos estarán para ayudarte. Evita asumir que la gente a tu alrededor sabe qué ayuda ofrecer. En orden de prioridad, haz una lista de tareas y actividades en las que puedes necesitar ayuda. Cuando alguien te pregunte: “¿en qué puedo ayudar?”, presenta tu lista y dile que se apunte solamente en las tareas que sean de su preferencia y empieza a delegar responsabilidades. La mayoría no se anima a preguntar cómo puede ayudarte por temor a herir tu orgullo o menoscabar tu dignidad. Tú puedes iniciar la conversación explicando cuál es tu problema y lo relevante que es para ti la colaboración. Luego presenta tu lista de tareas y quehaceres.

2. Buenos hábitos de sueño

Dormir placenteramente produce que el cerebro esté descansado, la producción de hormonas está equilibrada y la memoria funciona a la perfección. La falta de sueño aumenta el estrés y reduce la capacidad de la amígdala para regular emociones poderosas como la ansiedad, la ira y el miedo. También está implicado en el desarrollo de enfermedades crónicas graves como la diabetes y las patologías cardíacas. Lo ideal es dormir un promedio de ocho horas.

3. El autocuidado no es egoísta

  • Evita el uso de la televisión y aparatos tecnológicos

Los celulares y las tablets pueden interrumpir los hábitos de sueño y provocar insomnios recurrentemente y al momento de despertar puede dispersar la atención en los planes que uno tiene para el día. Desde la salud, al mirar los dispositivos móviles a primera hora del día puede traer consecuencias, ya que la luz intensa del celular puede afectar a la vista y al cerebro. El perjuicio más latente se debe a que al explorar las redes, revisar los emails o mensajes, se expone al cerebro ante una cantidad excesiva de datos e información cuando apenas comienza a despertarse, por lo que, incluso antes de levantarse para realizar las primeras actividades, el cerebro programa el día en base a lo recién leído. Esto provoca una elevación del estrés y la ansiedad, por la sensación de tener mucho por hacer y cortar tan repentinamente el descanso. Se recomienda mirar estos dispositivos móviles después de una hora de estar despiertos.

  • Bebe agua

El agua activa reacciones químicas vitales en el organismo. Esto favorece que el cerebro se active por la mañana y se mantenga alerta el resto del día. Cuando estás deshidratado, los órganos en el cuerpo, incluyendo el cerebro, pierden lubricación y oxígeno. El agua ayuda a restaurar nutrientes, líquido y oxígeno al cerebro para que pueda interpretar e interactuar mejor con los estímulos. Mejora tus habilidades para resolver problemas con una hidratación constante. El aumento de la ingesta diaria de agua mejora el estado de ánimo, lo que se expresa en menos fatiga, menos confusión, menos sed y menos sueño. Beber agua es una actividad que te ayuda a ahorrar tiempo, dinero, es simple porque no requiere preparación y ayudará que tu mente estará más activa y sensible.

  • Ejercita tu cuerpo

Algunas veces se tiende a procrastinar demasiado y la actividad física que estaba programada para hacerla en la tarde no se llega a realizar, por ello se propone hacer actividad física a primeras horas de la mañana para evitar poner escusas y se puedan alcanzar los objetivos trazados. La actividad física necesita concentración y dedicación a sí mismo por ello también se recomienda hacer a primera hora. Ejercitarse en la mañana aporta en la mejora del estado de ánimo, gracias a la producción de endorfinas que inhiben las fibras nerviosas que transmiten el dolor, disminuyen la ansiedad y aumentan la percepción de bienestar. Así, iniciar el día haciendo ejercicio te permitirá afrontar el resto de la jornada con una buena dosis de buen humor, ya que los beneficios del ejercicio potencian la actividad mental durante las 10 horas posteriores al entrenamiento.

  • La meditación importante del día

Un solo ritual matutino puede beneficiar al comenzar tus días reduciendo el estrés, aumentando el enfoque y la concentración, desarrollando y manteniendo una buena salud mental, mejorando el sueño y controlando el dolor crónico. La práctica de la meditación refuerza y nos enseña a estar más presentes y fomenta la atención plena. Concretamente, la meditación por la mañana estimula nuestra capacidad de concentración y nos ayuda a relativizar los acontecimientos y resolverlos desde la calma y la distancia. Meditar es entrenar la mente, es eficaz para paliar algunas de las molestias relacionadas con la ansiedad y la depresión, entre otras molestias.

4. Está bien decir que no

Saber decir no, permite desarrollar confianza en cada uno y aumentar la autoestima. También permite tomar propias decisiones y, por tanto, dirigir la vida en esas situaciones. Decir no evita una serie de factores como la manipulación, complicaciones y potencializa la autoestima. Las claves para saber «decir no» de forma asertiva, son identificar aquellas situaciones en las que no sabes decir que no, cómo te pasa y ante quién. Reflexiona sobre tus emociones, qué te lleva a decir que sí y si realmente te sirve. Cuando tengas identificadas las situaciones y tus inquietudes, llega el momento de poner en práctica los consejos que te damos a continuación. Y recuerda: tus razones para negarte ante algo son tan válidas y respetables como las de los demás.

Practica el «no», ponte frente a un espejo y repite frases como “lo siento, pero no lo haré”. Se trata de que visualices las diferentes situaciones en las que sabes que la gente te dirá de hacer algo y que quieres decir “no”.

5. Nunca dejes de aprender algo

Todo buen emprendedor nunca debe dejar de aprender cosas nuevas. Descubre las maravillas que el aprendizaje puede hacer por su negocio. Aprender algo nuevo va más allá del crecimiento personal. Aunque no lo creas, ampliar tus conocimientos beneficia a tu equipo completo, abre tu mente a nuevas alternativas, aprenderás nuevas herramientas,  estrategias, técnicas y habilidades. Capacitarte lleva, lógicamente a tener más recursos intelectuales para desarrollar tu proyecto. En la capacitación está una de las claves para el éxito en tu negocio, esto no es novedad. Hay que aprender, porque tu empresa/emprendimiento lo requiere los aspectos básicos de: contabilidad, gestión de tiempo, ventas, compras, logística, entre otras. Aunque lo delegues, es importante saber de pies a cabeza el funcionamiento de tu emprendimiento. 

6. Previsualiza tu día

Para aumentar tu productividad a lo largo del día, haz que el último paso de tu ritual matutino sea una transición que te permita volver a conectarte mentalmente con tu empresa/emprendimiento. Una forma inteligente de hacer esto, es crear el hábito de previsualizar tu día y puedes empezar una noche antes haciendo tu lista de objetivos a cumplir el día siguiente. Si te das un momento para saber lo que puedes lograr mañana, tomarás mejores decisiones. Si te esperas hasta el día siguiente te encontrarás con cosas que te quitarán tiempo y sabotearán tu habilidad para planear. Programa tu día alrededor de tus principales resultados en lugar de las tareas que te mantienen ocupado.

Tómate unos minutos para revisar tu calendario y tu lista pendientes. Mira cuáles son tus tareas más críticas y esboza planes para hacerlas primero. Así, una vista previa de tu día te ayuda a reconectarte psicológicamente con el ‘modo de trabajo’ y a centrarte nuevamente en tus obligaciones profesionales.

Ahora que conoces cuáles son los 6 hábitos para cambiar la rutina e impulsar la productividad, esperamos que los puedas poner en práctica para poder lograr las metas que te propongas con tu empresa. Cuando los cambios empiezan por uno mismo, muchas cosas mejorarán a corto o largo plazo.

Fuente:https://boliviaemprende.com/tips/6-habitos-para-cambiar-la-rutina-e-impulsar-la-productividad