LA RAZÓN – 18/07/2019
En los últimos 13 años, la inversión anual ejecutada en vías se incrementó de $us 182 millones en 2006 a 1.233 millones en 2016 —cuando alcanzó su pico máximo—, tras lo cual se redujo a $us 1.077 millones en 2017 y a 814 millones el año pasado.
De cada $us 100 de deuda internacional que contrajo Bolivia hasta abril de este año, $us 42 se destinaron a infraestructura vial, un sector en el que las inversiones moderaron su crecimiento desde 2017.
Datos del Ministerio de Planificación del Desarrollo dan cuenta que el 42,3% de las obligaciones externas del país se destinó al tendido de vías, el 16,7% a lo multisectorial, 9,4% a lo social (salud, educación y saneamiento básico), 5,5% a lo productivo (agropecuario, hidrocarburos y minería), 3,8% a lo energético (3,8%) y 20% a servicios, fortalecimiento institucional, turismo e infraestructura urbana y aeroportuaria, entre otros.
La creciente inversión pública para el desarrollo de la red vial del país ha sido, durante la actual gestión de gobierno, esencial para mantener como uno de los motores de la economía al sector de la construcción, que en los últimos 13 años alcanzó una expansión del 8,2% en promedio, mayor al 4,9% anual registrado para el PIB nacional en el mismo periodo.
“Nuestra propuesta hacia la Agenda del Bicentenario” 2025 es “seguir trabajando en nuestras brechas de infraestructura, pero (también) empezar a invertir en el sector productivo”, informó a La Razón Mariana Prado, titular de Planificación del Desarrollo.
Esta tendencia ya fue expuesta a este medio en septiembre de 2018 por Gladis Genua, representante en el país de la CAF-Banco de Desarrollo de América Latina.
“Nuestra expectativa ahora es que ese crecimiento” de la inversión en carreteras “sea un poco más estable, porque se ha hecho ya gran parte de los proyectos”, dijo.
En los últimos 13 años, la inversión anual ejecutada en vías se incrementó de $us 182 millones en 2006 a 1.233 millones en 2016 —cuando alcanzó su pico máximo—, tras lo cual se redujo a $us 1.077 millones en 2017 y a 814 millones el año pasado. “Puede que se vaya trabajando lo que queda por hacer, que todavía es importante”, pero “no será una inversión tan fuerte como en los últimos ocho años”, dijo Genua.